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Las ventas del lujo, una brisa fría llega desde Asia (II)

PARTE II

Gucci y Louis Vuitton no son las únicas marcas de lujo que han experimentado una desaceleración en sus ventas. A mediados de septiembre, Burberry anunciaba su preocupación por una ralentización del mercado chino y un incierto entorno económico a nivel global. El nivel de gasto del turismo internacional procedente de los países emergentes también sufría una ligera contracción.

En el segundo trimestre de este año, Burberry anunció un crecimiento en ventas del 6% (mismas tiendas)  en comparación con el mismo periodo del año anterior, frente al 11% alcanzado durante el primer trimestre. Pero, durante las 10 primeras semanas del tercer trimestre (hasta mediados de Septiembre), sus ventas se han mantenido planas  – el peor resultado desde 2008 – si bien sus ventas totales han aumentado un 6% como consecuencia de las nuevas aperturas. Este anunció causó una caída del 21% en el precio de sus acciones. Las principales razones, argumentaban sus portavoces, han sido la deseceleración de los mercados asiáticos, principalmente China, pero también una disminución en la facturación de sus tiendas de Europa y Estados Unidos en las que el turismo procedente de China, Rusia, Oriente Medio e India realizan la mayoría de las ventas.

A pesar de las exitosas medidas emprendidas por su ex-Directora General Angela Arhendts, como la cancelación de muchos acuerdos de franquicia para retomar el control de la marca y de su interacción con los gustos de sus clientes, o la mayor renovación de sus colecciones para aumentar el ratio de visitas a sus tiendas, la compañía no ha sido capaz de mantener el ritmo de crecimiento del primer trimestre.

Otras marcas de lujo, como Hermes, Prada o las marcas del grupo Richemont, parecen estar afrontando mejor las condiciones cambiantes del mercado global, aunque sus ventas también se han visto afectadas y sus ratios de crecimiento, aunque aún elevados, empiezan a ser algo más moderados. Muchos expertos creen que las marcas de lujo en el segmento aspiracional, con precios inferiores a las marcas de lujo más exclusivo, son las primeras en verse afectadas antes los cambios del entorno económico, tanto en las situaciones de baja como de alza ya que sus consumidores reaccionan antes a estos cambios.

Las ventas consolidadas de Hermes en la primera mitad del 2013 alcanzaron los  1.767 millones de euros, un 10% más que durante el mismo periodo del año anterior, un resultado excepcional para un operador del lujo que sabe mantenerse estable a pesar de las incertidumbres del mercado. Su beneficio operativo y su beneficio neto aumentaron ambos un 14%. Las previsiones de la compañía para lo que queda de año son positivas y esperan cerrar el ejercicio con un crecimiento en ventas ligeramente por encima del 10% presupuestado.

Si nos fijamos en Prada, en septiembre la marca anunció una subida en ventas en la China continental (incluyendo Hong Kong) del 20%, es decir, quince puntos por debajo del 35% alcanzado hace un año. China continental, representa el 21% de los ingresos totales de la marca. En cuanto a Italia, que representa un 18% de sus ingresos totales, la empresa comunicaba que sus ventas han descendido y que aún es pronto para estimar como cerrará el ejercicio.

Prada, que representa el 83% de la facturación total del grupo y que cuenta con 491 tiendas, anunció la apertura de 80 tiendas entre el 2013 y el 2014 en mercados como Qatar, Kazajstán y Marruecos.

Según Reuters, la marca tuvo un crecimiento en ventas del 12% en el segundo trimestre del año, como resultado de un nuevo mix de producto y un sólido crecimiento en los países asiáticos, principalmente China. Prada tuvo un incremento de su beneficio neto del 8% para los seis primeros meses del 2013 (hasta finales de julio). Los 308 millones de euros de beneficio conseguidos quedaron un poco por detrás de la estimación promedio de 321 millones realizada por cinco analistas de Thomson Reuters consultados.

Sus acciones han crecido un 8% en lo que va de año, una cifra por debajo del promedio del sector del lujo, debido en cierta medida a una elevada valoración de sus acciones. La acción de Prada se vende más cara que la de Burberry o LVMH, pero las expectativas de aumento de sus ganancias también son mayores y los expertos consideran que crecerán un 50% más rápido que las de otras marcas de lujo.

China, el mayor mercado de lujo, ha sido el verdadero motor del extraordinario crecimiento que han vivido las marcas de lujo en los últimos años, pero su economía parece ralentizarse. A ello hemos de añadir cierta preocupación sobre el futuro de otros mercados emergentes como Brasil, India o Rusia, lo que ha llevado a muchos analistas a pensar si realmente el sector del lujo es tan invulnerable como se había pensado.

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