El grupo de lujo Versace acaba de anunciar unos excelentes resultados en el primer trimestre de 2014, en línea con los buenos datos del pasado ejercicio, 2013, que cerró con una facturación de 479 millones de euros y un crecimiento del 17%. El canal de “retail” representa un 57% de la facturación, seguido del canal “wholesale”, que supone un 36%, y las licencias (perfumes y accesorios), con el 7% restante. El canal online, que se inauguró propiamente en 2013, ha tenido un buen comportamiento, y se espera que sus ventas se dupliquen este año.
Del conjunto de sus marcas, Versace, Versace Collezioni, Versace Jeans o Versus, la joya de la corona sigue siendo la primera, Versace, que representa el 60% de sus ventas.
En cuanto a mercados, EEUU mantiene el mayor ratio de crecimiento, superando el 30% en 2013, seguido de Asia con un crecimiento del 18.5%, quedando Europa a la cola, con un nada despreciable 8.1%. Sin embargo, son aún muchos los mercados en los que Versace no opera o tiene una presencia tangencial, como es el caso de Corea, Japón, Brasil o Rusia. Incluso en Europa, la marca tiene un largo recorrido por delante.
El pasado febrero Versace anunció la venta del 20% de sus acciones a Blackstone por 210 millones de euros, en una operación que valoraba la firma italiana en 1.000 millones de euros. La compra persigue la expansión de la marca en mercados donde su presencia es aún escasa con la finalidad de una posible salida a bolsa en un plazo de cuatro a cinco años.
Con la entrada de nuevo capital, la compañía persigue un ambicioso plan de crecimiento, pasando de un total de 138 tiendas a fecha de hoy a más de 200 en un plazo de dos años, para poder llegar a los 800 millones de euros de facturación. Esta estrategia quiere concentrarse en la apertura de tiendas propias, que son las que mejor se están comportando.
